Cuando decidí viajar a Asia por primera vez el tema de visados, seguros, etc. me ponía nervioso. Con la ayuda de Marta todo el proceso me resultó muy sencillo y me hizo perder el miedo a las fronteras. Una vez en Filipinas, se me olvidaron todas las preocupaciones, el país me encantó y las propuestas de Aletas en la mochila me llevaron de una aventura a otra. De montañas a playas, de pueblos a grandes ciudades. Lo mejor fue el trato con la gente local, los guías, los sitios para comer. Es una experiencia que le recomiendo a todo el mundo.

Jamás se me habría ocurrido hacer un viaje a Asia yo sola, por eso decidí unirme a Aletas en la mochila para conocer Vietnam. No hablo inglés y buscaba una experiencia diferente donde no me llevaran como ganado. Disfrutamos de las ciudades principales, pero también de pueblos con encanto, de rutas menos turísticas, de la gastronomía, de su cultura, sus mercados y su día a día. Cada día fue una aventura. Me sentí capaz de todo, acompañada pero libre para vivir un viaje único.

Destinos como el Mar Rojo son un sueño para los buceadores, pero la investigación para elegir dónde, cómo, cuándo y con quién ir es una pesadilla. Sobre todo si no hablas inglés. Marta planificó un viaje de buceo prácticamente a mi medida. Me ayudó con las gestiones previas al viaje, me puso en contacto con los mejores proveedores locales y se aseguró de que la experiencia fuera perfecta.

La experiencia viajando con Aletas en la mochila por Lanzarote ha sido espectacular. Había organización y siempre una propuesta de plan sobre de la mesa, pero siempre con la libertad de tomar mis propias decisiones. No fue el típico circuito programado donde vas corriendo, ves el mayor número de lugares posible y hasta los descansos están cronometrados. Además, me ha brindado la oportunidad de realizar actividades como submarinismo, que seguramente en otro tipo de viaje no hubiera podido realizar.

Roma era el viaje de mis sueños, pero debido a mi condición (voy en silla de ruedas) lo veía realmente difícil de conseguir. Hasta que conocí a Aletas en la mochila. Este año he podido vivir este viaje con la ayuda de Marta, y ha sido aún mejor de lo que esperaba. No nos perdimos nada de lo importante, pero además descubrimos muchos sitios locales que nos encantaron. Descubrir Roma con guías locales y conocer en profundidad su estilo de vida ha sido maravilloso.